OpenAI acaba de anunciar que está probando una nueva funcionalidad: la memoria. Esta característica permitirá a ChatGPT recordar detalles que se discuten en las conversaciones y utilizarlos para hacerlas más útiles y relevantes en el futuro (https://openai.com/blog/memory-and-new-controls-for-chatgpt).
Según el post oficial en el blog de la compañía, los usuarios podrán controlar la memoria de ChatGPT y decidir qué información quieren que recuerde, qué información quieren que olvide y cuándo quieren que la use, pudiendo desactivar esta funcionalidad. Será posible ver y eliminar las memorias específicas o borrarlas todas en la configuración. OpenAI también aclara que la memoria de ChatGPT no está vinculada a conversaciones específicas, sino que evoluciona con las interacciones y que se puede tener una conversación sin usar la memoria mediante chats temporales, una especie de «conversaciones de incógnito».
La memoria de ChatGPT tiene el potencial de mejorar la experiencia de los usuarios al hacer que el asistente virtual aprenda sus preferencias, estilos y necesidades, y que construya sobre las interacciones pasadas. Esto puede ahorrar tiempo y conducir a respuestas más pertinentes e interesantes. Por ejemplo, ChatGPT puede recordar el formato preferido para tomar notas de una reunión, el tipo de negocio que tiene el usuario, los gustos personales del usuario o sus preferencias de programación, y aplicarlos a las conversaciones y tareas posteriores.
OpenAI indica que la memoria se está implementando gradualmente para un pequeño grupo de usuarios gratuitos y Plus esta semana, y que pronto compartirán los planes para una implementación más amplia. También señala que la memoria traerá consideraciones adicionales de privacidad y seguridad, como el tipo de información que se debe recordar y cómo se utiliza, y que están tomando medidas para evaluar y mitigar los sesgos y evitar que ChatGPT recuerde información sensible de forma proactiva. Los usuarios de Enterprise y Team tendrán acceso a la memoria como parte de la implementación más amplia, y que los constructores de GPT podrán habilitar la memoria para sus GPT.
En el artículo de diciembre pasado publicado por OpenAI con el título «Practices for Governing Agentic AI Systems«(https://openai.com/research/practices-for-governing-agentic-ai-systems) se definen los sistemas de IA agente como aquellos que pueden perseguir objetivos complejos con una supervisión directa limitada. Estos sistemas tienen un gran potencial para ayudar a las personas a lograr sus propias metas de forma más eficiente y efectiva, pero también plantean riesgos de daño. En ese artículo se propone una definición de los sistemas de IA agente y las partes involucradas en su ciclo de vida, y se destaca la importancia de acordar un conjunto de responsabilidades básicas y mejores prácticas de seguridad para cada una de estas partes. Como principal contribución, se ofrece un conjunto inicial de propuestas para mantener la seguridad y la rendición de cuentas de los agentes, que se espera que sirvan como bloques de construcción para el desarrollo de mejores prácticas básicas acordadas. Se enumeran los riesgos e incertidumbres sobre la operacionalización de cada una de estas prácticas, y se resaltan las categorías de impactos indirectos derivados de la adopción a gran escala de los sistemas de IA agente, que probablemente requerirán marcos de gobernabilidad adicionales. Ahora conectemos este artículo con el reciente anuncio de la inclusión de la funcionalidad «memoria» en ChatGPT. E imaginemos las posibilidades y la posible evolución de esta «máquina de inteligencia» en el próximo año.
El marco general que llamé «Sociedad Artificial» (La Sociedad Artificial: coexistencia y colaboración entre personas y entes autónomos dotados de inteligencia artificial, en https://www.linkedin.com/pulse/la-sociedad-artificial-coexistencia-y-colaboraci%C3%B3n-de-sotillos-sanz/) cada vez está más cerca, y los riesgos derivados de millones de usuarios sin una oportuna formación y empresas operando fuera de un estricto código ético son cada vez más preocupantes. En este artículo presenté la «Sociedad Artificial» como un concepto emergente que describe un futuro en el que los seres humanos y los entes autónomos dotados de inteligencia artificial (EADIA) coexisten y colaboranen diversos aspectos de la vida cotidiana,, explicando su origen y una posible evolución de estos entes (sistemas de IA agente o Agentic AI Systems en el vocabulario de OpenAI), así como los beneficios y desafíos que plantea su integración en la sociedad.
Los humanos y los EADIA podremos interactuar y comunicarnos a través de la web, los videojuegos y los mundos virtuales, en incluso en el mundo físico como en el caso de los robots que ya empiezan a anunciarse. De ahí la importancia de iniciativas legislativas como la recientemente aprobada Ley de la Inteligencia Artificial de la Unión Europea, y la adscripción seria y comprometida de las empresas que operan y utilizan estos sistemas a los códigos éticos y la normativa.
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